Resulta difícil comprender las cosas cuando te las cuentan o cuando las lees, incluso cuando las ves, porque llevan un juicio emitido por los sentidos. Hay que vivir la experiencia de El Rocío para sentirlo y saber lo que es de verdad, hay que bucear en el aspecto religioso, hay que ponerse a cantar la salve con los peregrinos para comprender lo que es ser Rociero.
Virgen del Rocío
Dice una Sevillana del Camino: Para ser buen Rociero, primero has de ser Cristiano..., y es que no es de otra manera, las sevillanas van mucho más allá del gusto de bailarlas y verlas bailar, llevan implícitas un sentido que es mucho más que artístico. El Viernes 30 de Septiembre a las 5 de la tarde, tomamos rumbo Virginia y yo, de la mano de la Hermandad de Moratalaz y nos dirigimos hacia la Aldea del Rocío, para hacer laPeregrinación Extraordinaria de Ocubre.
Ya había estado en la Candelaria 2016 con mi hermana Beatriz Tello y algo me decía que tenía que ir con una hermandad para saber y comprender algo más de éste arte que me apasiona y sus vertientes.
Inicio del Viaje
Para algunos la Sevillana no es flamenco, se ha quedado en ese aspecto popular y cercano a la gente sencilla y no intelectuales del Flamenco. Para saber y comprender ésto, hay ir y observar, por que el origen de las cosas está en el pueblo, es allí donde están las respuestas.
Sevillanas en el camino al Rocío 2016
Peregrinación extraordinaria a la Ermita del Rocío, Octubre 2016
Así fue cómo ésta vez he aprendido un poco más, conviviendo con los corazones rocieros, con los que cantan por devoción y con pasión, con los que viajan a ver a su Virgen y le cantan versos que por tradición perduran en el tiempo. Ese origen cristiano, es el que me interesa y con el que me quedo para aprender que las cosas no tienen sentido verdadero hasta que no te sumerges con mente humilde y las contemplas con los ojos del corazón.
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