La Sociedad y El Individuo.
Un interesante tema que se refleja en Bernarda Alba. La sociedad es necesaria para el individuo, pero a su vez, la sociedad mata una parte del individuo que necesitamos hacer consciente.
La sociedad viene representada en las mujeres que asisten al duelo por el marido de Bernarda, esas mujeres que Federico quiso dejar en el anonimato, mujeres sin nombre, que podrían ser cualquier mujer, cualquiera de nosotras. pero también creo que re representa en los hombres que asisten al duelo, que se quedan en el patio tomando limonada, que dan dinero a Bernarda para responsos, y que se chupan los dedo, según Bernarda de lo que pasa con los que "actúan mal" según la sociedad.
La sociedad viene representada en las mujeres que asisten al duelo por el marido de Bernarda, esas mujeres que Federico quiso dejar en el anonimato, mujeres sin nombre, que podrían ser cualquier mujer, cualquiera de nosotras. pero también creo que re representa en los hombres que asisten al duelo, que se quedan en el patio tomando limonada, que dan dinero a Bernarda para responsos, y que se chupan los dedo, según Bernarda de lo que pasa con los que "actúan mal" según la sociedad.
No estoy segura de lo que realmente pensaba Federico sobre el tema en su corazón, en su mente lo podemos deducir por la palabra con la que mil veces nos deleitó los oidos, pero lo que su corazón tenía, lo que su espíritu pedía, es más complicado saberlo.
Una vez más me planteo pensar, en que la Casa de Bernarda Alba, además de ser un documento fotográfico de la sociedad, es un documento gráfico de él mismo. Los deseos que nos demanda incansablemente nuestro Yo, puestos en tela de Juicio por la Sociedad. Los deseos de la libertad de ser quien quiera que seamos a nivel mental, emocional, espiritual, cuestionados por las determinadas reglas y valores de una misma cultura en ese espacio de tiempo determinado.
Otra cuestión que me llama poderosamente la atención, es esa separación de hombres y mujeres, que dibuja Federico. Comparten tiempo, pero no el espacio, son como dos conjuntos divididos, que no permiten la intersección. Las mujeres las visualizo como una masa de palabras, oidos, sin más acto que el de la voz, un verbalismo libre, sin reflexión, y un activismo casi muerto, y los hombres una masa de oídos y ojos, con escaso verbalismo, y con más licencia de actividad que las mujeres que se ha proporcionado por ellos mismos, el hombre, pero igualmente controlada. Dice Bernarda: Hilo y aguja para las hembras, látigo y mula para el varón.Eso tiene la gente que nace con posibles. Dice Martirio: Los hombres se tapan unos a otros las cosas de esa índole y nadie es capaz de delatar.
En la creación o recreación que hago, éstas mujeres desempeñan un papel fundamental para entender lo que está pasando. Lo que realmente sigue pasando hoy, lo que seguramente seguirá pasando siempre. Un precio alto el que se paga por estar en el redil de la sociedad, una cuestión que nos deja pensando cuando la hacemos consciente. Y en el balanceo de un columpio, del que muchas veces te apetece saltar cuando estás en el punto más alto, pero nunca lo haces esperando a que en el regreso, esos brazos anónimos te vuelvan a empujar.
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